Elia Llamazares (Nidia_r) nos pone en antecedentes, "La Bañeza es un municipio situado en el sur de la provincia de León, 49 km al suroeste de la capital provincial para ser más precisos. Las tierras de la comarca bañezana son regadas por tres ríos, el Órbigo, el Tuerto y el Duerna, haciendo honor a esa citada ubicación en la provincia leonesa, la tierra más numerosa en ríos de España. Su población ronda los 11.000 habitantes, que se duplica (como mínimo) en Carnaval y se triplica (como mínimo) durante las fiestas patronales y su carrera de velocidad. Durante los años 60 y 70 la carrera de motos se convirtió en el espectáculo más atrayente de la localidad leonesa. Tras la transición y en los albores de los 80 , los bañezanos se lanzaron libremente a la calle en su otra pasión, los carnavales. Desde entonces y siguiendo en los 90 y principios del siglo XXI ambos eventos han llenado de calor y colorido las celebraciones más populares de verano e invierno.En 1957, mismo año en que nacía también el campeonato del mundo de 500cc., tuvo lugar la primera prueba en las calles bañezanas, que perdura aún en nuestros días, desarrollándose cada mes de agosto."
Ahora Raúl A. nos cuenta como se lo paso allí, "Me levante temprano y para León, se me dio bien en tres horas mas o menos ya estaba allí partiendo de que iba en el 205 (al fin del mundo) la verdad es que tuve que poner la calefacción, aunque a la vuelta me quería morir, pues no me funciona el aire y si lo pongo no anda, bueno llegué, camarita y a ver las carreras. Al principio no mucha gente pero rápido se lleno y cuando se levantaba el sol la gente se buscaba las mañas, paraguas, etc., también había feria del motor, muchos juguetes, revistas, etc. y la zona de acampada, la caña en una pradera con duchas, y la piscina al lado."
El pasado domingo 10 de agosto de 2008, teníamos una cita en el circuito de la marquesa, Gonzalo, Rubén y Guille bajaron montados junto con sus amigos José y Daniel, al llegar al circuito nos estaban esperando Erik y Álvaro. Habíamos decidido que íbamos a realizar un tramo de enduro, con mucha piedra y la verdad es que a pesar de la dificultad que ello entrañaba para nuestros pequeños se portaron muy bien defendiéndose perfectamente en todo momento.
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